La experiencia en la Guardería en esta XXXI Asamblea Nacional ha sido estupenda, los voluntarios hemos disfrutado mucho y también hemos aprendido y vivido la presencia del Señor.
Proponemos dejar de llamar al ministerio “guardería”, porque muchos niños no se identifican con la palabra, hasta los de cuatro años dicen: ¡ya somos mayores!
Lo sean o no, hemos intentado y creemos que conseguido, que todos los juegos y dinámicas se convirtieran en enseñanza. El juego tiene esa función, ensayar la vida, aprender en la simulación lo que hemos de vivir después en la realidad.
Los contenidos de las dinámicas los estructuramos en cuatro apartados siguiendo el lema de la Asamblea: 1. Nuestras derrotas: aquí analizamos el orgullo, que se manifiesta en la exclusión y el desprecio que algunos niños hacen con otros. La rebeldía que manifiestan ante la autoridad. La pereza para servir y cumplir con las obligaciones. La rivalidad con los iguales. No tuvimos tiempo de analizar las adicciones, la tendencia a volverse caprichosos, quejosos o exigentes. Nos impactó cómo varios niños expresaron que su rebeldía nacía de pensar que los padres aman más a otro hermano que a ellos, en sentimientos de celos y envidia.
2. En el segundo bloque de contenidos y juegos, tratamos de vivenciar que Jesús ha vencido para nosotros, y podemos ser libres en Él. Nuestra presencia en el acto de los jóvenes y los momentos de oración acercaron a los chicos a esta experiencia de salvación.
Después de una de las dinámicas el grupo de los más mayores tuvo un momento de decisión: el que quiso dio un paso al frente manifestando su deseo de seguir a Jesús. A continuación oramos por ellos incluso en lenguas. A alguno le entró la risa, pero fue un momento de seriedad espiritual fundamental.
3. La tercera parte de las dinámicas expresó la victoria que el Señor nos da. Vimos la importancia de la Palabra de Dios para no tropezar en la vida. Mantenerse unidos en comunidad. Desarrollar la virtud, que es un equilibrio entre dos actitudes opuestas. Aprender a respetarse en los grupos de catequesis o de oración. Relacionarnos sin avasallar, y por el contrario con relaciones cálidas, cercanos y a la vez respetuosos. Desarrollar actitudes de trabajo en equipo, aprender a ponerse de acuerdo, saber ceder cuando se dan intereses contrapuestos. Tuvo mucho eco la dinámica en la que expresamos: “estés como estés vete a Jesús”, o la de intenta acertar como Jesús te pide, pero “si fallas sigue intentándolo”.
A medida que hacíamos las dinámicas, pensábamos ¡si esto es lo que nosotros necesitamos oír! Los contenidos tenían validez para un adulto. Los que sientan la llamada a este ministerio no dudéis que vais a recibir a manos llenas del Señor gracia, amor y sabiduría y lo que es mejor: van a ser canales de la gracia de Dios para los niños.
4. La cuarta parte trató de los cielos nuevos y la tierra nueva que recibiremos los que venzamos en Él: la corona de la vida, el maná escondido, ser inscritos en el libro de la vida, acceder a las fuentes de la salvación, recibir un nombre nuevo, el nuevo nacimiento, y sobretodo que el Señor es nuestro Padre y nosotros sus hijos. Sólo pudimos hacer dos dinámicas de las 10 que teníamos pensadas para esta parte. Aún así batimos el cronómetro preparando la intervención de la Eucaristía en poco más de una hora. Eso sí, faltaron la mitad de los elementos o movimientos que estaban pensados. En esa frenética hora decidimos quien hacía cada cosa, de cuales no había voluntarios, las letras, los estandartes que hondeaban, fue maravilloso ver cómo cuando ya estábamos a punto de un ataque de nervios llegaban providencialmente voluntarios que nos ayudaban en el trabajo.
Después de cada dinámica teníamos un rato de compartir y de reflexión, detrás de algunas también de oración, y todas concluían con algún lema que repetíamos posteriormente para memorizar lo que habíamos vivido. De la mención de esas dinámicas y de esos lemas versó la intervención en la Eucaristía. Cada dinámica usaba un objeto y ese estaba asociado a un eslogan. También celebramos una Eucaristía propia y durante la misma fueron muchos los niños que se confesaron.
Os resumimos aquí alguno de los elementos que usamos y sus moralejas, tal como uno de los chicos leyó en la Eucaristía:
“Nos hemos dado cuenta que a veces despreciamos a otros subidos en estos zancos. “Si no bajas de tu orgullo, no vas a ver tres en un burro”.
No siempre respetamos el espacio y las cosas de los demás. “Si picado vas, luego te arrepentirás”.
No siempre tenemos ganas de ir hacia el Señor. “Esté como esté al Señor iré”.
No siempre obedecemos. “Tu opinión has de dar, pero en obediencia has de acabar”.
Hemos tratado de apuntar a la diana de Jesús y no siempre damos en el blanco. “Yerres lo que yerres el tiro al blanco mantienes”.
Pero Jesús ha vencido para nosotros, vivimos ya su salvación.“Porque él por nosotros murió y para nosotros venció”.
Queremos aprender a distinguir la voz del Buen Pastor. Algunos hemos dado un paso de seguir a Jesús. “Si a Jesús quieres seguir, su voz has de distinguir”.
Él nos ha dado herramientas de victoria:
Este espejo que representa su Palabra. “Si no quieres tropezar, la Palabra has de rezar”.
Estos globos que nos permiten seguir en comunidad sin alejarnos, pero también sin avasallarnos. “Si el grupo has de mantener con cuidado has de correr”.
Este aparato de equilibrio. “Si quieres virtud equilibrio tendrás tú”.
Estas latas que representan lo latosos que somos unos con otros y lo difícil que nos resulta ponernos de acuerdo. “Por mucha lata que des, acuerdo has de tener”.
Podemos con el imán que Él nos da, atraer a otros hacia él. “Usa tu imán, y la gloria de Dios verás”.
Muchas gracias a todos los voluntarios que han puesto gran entusiasmo a pesar de todos los inconvenientes, faltas de reuniones previas, no poder estar todo el tiempo, no saber qué había que hacer a continuación etc. Vivimos también la experiencia del combate espiritual, como cuando después de escribir el contenido del encuentro el archivo no se pudo abrir. Voluntarios que no pudieron venir porque no teníamos forma de llevarles, o que no acertamos a incluirles en el ministerio. Otros que renunciaron o les prohibieron sus padres continuar al día siguiente. Tinta de impresora que se derrama a chorros sobre el parquet y otras cosillas que si nos veis en persona os podemos contar. Hemos dejado fotos y comentarios en el blog: http://familiasungidas.blogspot.com/
Pero como san Pablo y el p. Eduardo en la Eucaristía del domingo, también nosotros nos gloriamos en nuestras debilidades y con ellos podemos decir:
¡LA VICTORIA ES DE NUESTRO DIOS Y DEL CORDERO, QUE POR NOSOTROS MURIÓ Y RESUCITÓ, ALELUYA!”.
Paula Romón y Jesús Mª García.
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